…Y así empezó el final de la historia:
Parecían filas de guerreros, todos dispuestos a dar batalla, obviamente por una noble causa, por
Comenzó el partido, gargantas disfónicas de tanto alentar… Inesperado resultado, desmoronados salimos de Santa Fe, la gran mayoría sin poder entender por qué sufrir hasta el final, pero GIMNASIA es así, sufrimos hasta las ultimas consecuencias pero bancando siempre. Particularmente me vine llorando todo el viaje, como casi todos mis compañeros, pero por impotencia, por ese no se que, que te deja esa sensación rara en el cuerpo; pero no estaba todo perdido, quedaba el ultimo partido, la gran final, y ahí íbamos a estar, porque en las buenas estamos pero en las malas mucho mas. Y así fue que llegó el domingo 12 de julio, la mayoría no pudimos dormir el día anterior, nuestro amado GIMNASIA no podía, no debía, no correspondía que descendiera. Y llegó la hora, la previa en el monumento, juntándonos entre amigos diciéndonos de esta salimos, obvio, es GIMNASIA!!!! Y así estábamos, con toda la ilusión, aunque, también es necesario que lo mencione, estaban los descreídos, los entregados, los cuales por suerte eran los menos, los que ya daban todo por perdido. Entramos a la gloriosa, la familia toda, mas unida que nunca, grandes, chicos, abuelos, todos, todos, copando las tribunas como siempre, como si nada malo pudiera ocurrir después de este partido, pero interiormente sabíamos que era blanco o negro, y haciendo uso de cuanta cabala y promesa se nos ocurriera, encomendándonos todos a Dios, sabiendo que aprieta pero no ahorca, como estamos lamentablemente o por suerte, acostumbrados. Pitó el arbitro y la ilusión comenzó a volar y a rodar junto con la pelota, aliento, aliento y más aliento, dedos cruzados, rosarios colgando, señal de la cruz, todo valía, plena confianza en nuestros jugadores, sabiendo que, en definitiva, eran los únicos que podían lograr el milagro. Transcurrían los minutos y la desazón era la que se quería apoderar de nuestro sentimiento. Terminó el primer tiempo y entre todos nos mirábamos y nos decíamos: no puede ser, y no… no podía ser, quedaban 45 minutos más, los únicos, los más importantes; y ahí estábamos ansiosos porque nuestro LOBO salga por esa manga a lucharla, a pelarla, a dejar todo como siempre, no había opción!! Corrían los minutos y la desesperación era mas que importante, yo no dejaba de alentar, mi garganta no daba más, pero ya corrían lagrimas por mis ojos, de desolación, pero sabiendo que pase lo que pase al LOBO lo iba a seguir adonde sea, pero no podía permitirme el pensar en un resultado adverso. Y se vinieron los cambios, y entró Franquito y todo cambió, todos sabemos como fueron esos últimos 20 minutos, quizás los mejores de nuestras vidas de color azul y blanco, desgarrando nuestras gargantas en el primer, segundo y ni hablar en el tercer gol, si, se logró, lo hicimos, lo hicieron, llamalo justicia, milagro, hazaña o como quieras llamarlo, pero la meta fue alcanzada. Aparte de tanta alegría, todo esto nos dejó una enseñanza, el desahogo, el decir y pensar que hay que luchar hasta las últimas consecuencias en todos los órdenes de la vida.
Demás está decir que nos abrazamos todos, los que nos conocíamos y los que no, pero el solo hecho de ser TRIPERO es abrazar a un hermano. Esta vuelta se nos caían las lagrimas pero de emoción, de alegría, de toda la furia contenida, de agradecimiento… Fiesta total dentro y fuera de la cancha, en el Bosque todo, en 7 y 50, en cada casa de la ciudad y de otras ciudades, todo era descontrol de alegría, un año entero resumido en 20 minutos, demasiado!!!
12 de Julio de 2009, no conseguimos ningún campeonato, porque así cualquiera festeja, ese día inolvidable, mágico, glorioso, imborrable, selló para toda la vida en nuestros corazones, el día de la unidad, del amor verdadero, de la pasión incondicional. Ese día mucha gente entendió lo que es GIMNASIA y lo que significa ser TRIPERO DE CORAZON!!!
Marcela Stancato. La Plata.-
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