lunes, 15 de febrero de 2010

El Pueblo del Viento

Entre lágrimas, abrazos y gritos, cerrando los ojos durante un segundo eterno, acudieron a su mente los umbrales de lo que sentía en ese instante…

1979
Los viejos sabios le habían hablado al niño desde su nacimiento, incluso mientras soñaba, del bosque y sus leyendas, de un ulular que brota de sus entrañas con un viento que atraviesa los sentidos y la razón; y en ese mismo acto, como en un abrir y cerrar de ojos, cautiva e ilustra con toda una historia de ilusión y sufrimiento… con todos los ritos y sacrificios de un pueblo…
Cuenta la leyenda que periódicamente un vendaval brota del bosque con fuerza y ocupa con su eco estelar todos los rincones del mundo y perdura días y noches para arrebatarte el alma y arrastrarte con su invisible poder hacia el corazón de aquel bosque… es el llamado a los sacrificios humanos…

1984
El niño, de la mano de su tío, se adentraba por primera vez en el bosque; el sol luchaba por penetrar entre las ramas de los árboles. Como un rito de pasaje, el niño se preparaba para su primera prueba de fuego. El pueblo marchaba hacia su templo alegremente con sus estandartes, a pesar de su golpeado presente y su sufrida historia. Ese era un día en el que el viento desparramaba los ecos de las profundidades del bosque… otro día de sacrificios…
Descubriría el niño los secretos del misterioso ulular… Sería este ritual el que le ofrezca ese sentimiento de pertenencia que todos necesitan para saberse parte de algo… esa identidad que marca la diferencia entre el nosotros y el ellos… entre la humildad y la soberbia.
El templo estaba abarrotado de gente… el griterío era ensordecedor… y no hizo falta más nada para que el niño comprendiera todo… fue un simple acto pleno de magia que iluminó la razón y la sinrazón… el viento y el ulular nacían como uno solo de ese pueblo congregado por un acto de fe…

2009
El viento matinal soplaba con fuerza, pero en esa ocasión el ulular lo acompañaba con una fuerza inusitada… una vez más el bosque reclamaba grandes sacrificios… Aquel niño ya era un hombre y bien sabía de que se trataba… se puso su atuendo habitual y partió hacia el templo…
Mientras se acercaba podía observar que el sol luchaba por penetrar entre las ramas de los árboles. El hombre se preparaba para otra prueba de fuego. El pueblo marchaba hacia su templo alegremente con sus estandartes, a pesar de su golpeado presente y su sufrida historia.
Subió a lo más alto del templo sintiendo en cada paso las vibraciones de las gradas y las de los corazones. El espectáculo era conmovedor como de costumbre, pero el hombre no puede dejar de sorprenderse ante ese hecho y pensaba que tal acto de fidelidad debería tener su recompensa… pero cuantas veces había pensado eso y nada…
De pronto, como una torbellino…
Goooooooooooooool… goooooooooooool… goooooooooooooooool… aullaba incansablemente mientras se desparramaba escalones abajo. Mientras de su garganta nacían esos frenéticos gritos… de sus ojos brotaban silenciosos alaridos de gol y entre lágrimas, abrazos, gritos y recuerdos, cerrando los ojos durante un segundo eterno, acudieron a su mente los umbrales de lo que sentía en ese instante… y cuando regresó al presente, abriendo los ojos distinguió, de la mano de su tío, a un niño que con los brazos apuntando al cielo se dejaba atravesar por ese viento y ese ulular, concibiéndose parte de un pueblo…

Pato Gonal.-

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