martes, 9 de febrero de 2010

Y Pensar que ya nada alcanza

Que lindo que es el futbol, el de los colores, el de las cabalas, el de los milagros, el futbol que hace bailar a los pobres cuando triunfan, cuando sus manos tocan el cielo para acariciar a Dios, ese que siempre estuvo presente.

Si recuerdo que preparaste todo como si fuera un ritual mágico que poca gente comprende y a la vez envidia, con esas cabalas que si el final hubiese sido otro, hubiesen sido absurdas; saliste para el templo enclavado en 60 y 118 con esa mochila cargada de promesas, que quizás nunca cumplas, las que le hiciste a Dios, a la Virgen, al Gauchito Gil, a San Expedito o a tu fuerza de voluntad.

Entraste al estadio, te persignaste, fuiste al lugar de siempre, con esos amigos que te ayudaron a recorrer este largo y tortuoso camino, saludaste a uno por uno, pero este saludo tenía otro sabor, este abrazo fue más fuerte, tan fuerte que parecía que las almas se habían unido en busca de un gran sueño.

Los nervios nos atormentan y cada uno, poco a poco, va buscando su lugar, el que ocupamos durante largas tardes-noches en busca de aquel final que nos cambie la historia. Te aferraste al alambrado cerca del corner, en la ochava del corralito, con tu bandera atada en tu muñeca izquierda, con un nudo casi perfecto, el que apretabas cada vez mas y mas cuando una jugada no salía.

El tiempo pasaba y cada vez mas lejos, como si el Dios no nos perteneciera, como si ese día estaría preocupado por tantas cosas malas que pasan en este caótico mundo, tu cigarrillo que casi se consume solo, dejando caer las cenizas sobre el muro, pero sin darte cuenta estas entrando en un largo y tormentoso viaje, donde el éxtasis de la vida nos saca de la maldita realidad, donde pareciera que nada alcanza, ni el esfuerzo de los jugadores, ni los nervios, ni las cabalas; ¿pero cual habrá sido el gran pecado que cometimos para estar purgando semejante pena?. Por eso metes la mano en tu bolsillo derecho de ese jean q no lavaste por diecinueve largas fechas y sacas esa medallita de la virgen que siempre estuvo ahí, casi sin brillo de tanto manoseo y descarga de tensiones, la miras, la besas, le hablas, le decís en voz alta, sin importarte que alguien escuche tu temblorosa voz, que Ella iba a hacer el Milagro…..le volves a repetir.”Vos vas a hacer el milagro!” y la tiras al verde césped,como el ultimo recurso de una pasión desesperada y pensando confiado en que el milagro será realidad, …centro del Pampa y entrada matadora del Tornado y gol. Una luz de esperanza va acariciando tu frente,va secando tus lágrimas,va empezando a acompañarte en este duro camino del fin….

Pero parece que nada alcanza, pero lo que sobra es desesperación…..Levantas la mirada y ves el cielo infinito y completamente azul con una franja blanca que lo cruza y pensas que el milagro puede ocurrir, se lo decís a tu amigo y él no ve nada, solo cabecea lentamente como pensando en el filo de tu locura y en esa confusión de pensamientos y visiones extrañas por cierto, centro cruzado de Pipino y por detrás franquito de cabeza. Llega el 2 a 0, y recapitulas todo lo vivido, las veces que te fuiste llorando del bosque, que solo esos añejos eucaliptos guardan el secreto de tantas lagrimas derramadas, ese partido con Tigre que te descompusiste y no lo quisiste mirar más después del gol de Morel, la lluvia en la paternal, el partido en la Boca, la autopista….pero la emoción te invade, te aferras cada vez mas fuerte al cerco de alambre, mirás fijo el poco brillo que podés divisar de la medallita que tiraste al pasto, que te separa de nuestros gladiadores, y comenzas a llorar, gritar, alentar;Voviste a repetir otra vez con voz cada vez más fuerte”Vos vas a hacer el milagro!” Volviste a caer en ese trance profundo que solo puede experimentar un tripero, ese instante raro, casi único, diría milagroso quizá…..en el que el Pipi enganchó una y otra vez, con su magia sobre la gramilla del estadio y para culminar con su interminable slalom, dejando parapléjicos a los jugadores rivales. Que con su mínima altura acaricia la pelota que se eleva y otra vez como una repetición de lo que viviste hace minutos nada mas, casi como si fuera un trato planeado con el pequeño gigante ,con la 22 en su espalda , como no puede ser de otra manera, se tira de palomita y empuja el balón a la red.

Las almas que en algún momento se unieron para que este sueño se haga realidad, ahora están amalgamadas en abrazos, llanto, risas, en un carnaval pagano azul y blanco, en la verdadera fiesta de los que no saben nada de copas que quedan guardadas en una vitrina llenas de polvo, pero tienen la gracia de llevar su pasión a todos lados, de estar en las buenas y en las malas y no ser una moda pasajera lograda a través de una racha de triunfos.
Ahí fue cuando alguien que nunca conociste,que no le habias visto la cara jamás te devolvió la medalla que tiraste casi como cumpliendo el tramo final del Milagro…..Te la dio en la mano temblorosa como tu voz, devolviéndote el arma mortal contra todo enemigo…..Como si hubiese estado observando tu actuar,como si Dios, hubiese estado en ese momento ahí…con vos.

En esta mezcla de confusas emociones solo sabemos lo que pasó, los que estuvimos ahí, en lugar indicado, en el momento justo, ese 12 de julio… cuando el sol dejaba caer sus últimos rayos, en presencia de un milagro.-



GS GOMEZ FEDIW. Ensenada.

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